CONSEJOS BREVES PARA EJECUTIVOS "JOVENES" ( 6 )

6-ELABORAR SIEMPRE UN PLAN


Este es un consejo fundamental. En estas líneas no vamos a estudiar como elaborar un plan. Pero un plan debidamente elaborado es la única forma de sacarle todo el provecho a los anteriores consejos. De nada sirve ser audaz, inteligente, tener una reputación, etc. si no se conoce con certeza que es lo que se quiere y como conseguirlo. Muchos dirán que eso no es tan necesario, porque las cosas les ha salido bien, sin necesidad de tener un plan. Bueno, mejor para uno. Si todo el mundo planificara, la competencia sería mucho más dura. Ahora pensemos; si me salen bien las cosas, sin ningún plan ¿Qué tan mejor me hubiese ido si hubiera planificado? Como podremos saber si el resultado es el mejor, si no se tiene certeza de cual resultado se quiere. Mucha gente “exitosa” dice no haber elaborado nunca un plan. Pero lo que ellos no saben es que el "deseo" de lograr "algo" si lo tenían. Si al "deseo" le sumamos la habilidad de prever contingencias futuras y el corregir a tiempo, a medida que se aparecen los problemas, y además le agregamos mucha suerte, es muy posible que hallan conseguido sus objetivos. ¿Pero cuantas veces este proceso, salido de la inspiración, puede repetirse.?

La historia está llena de ejemplos donde no existía realmente un plan, sino deseos de que las cosas sucedieran y confundieron eso con un plan. Casi ninguna de esas acciones llevadas a cabo sin un plan, correctamente elaborado, ha tenido éxito, o en su defecto, es un éxito dudoso. Un ejemplo portentoso de mala planificación es la búsqueda de “EL DORADO”, por parte de los conquistadores españoles. Sabían que querían el oro que esa ciudad les prometía, sabían que estaba muy lejos y muchos de ellos no previnieron las dificultades del medio ambiente americano: selvas, insectos, clima, etc., pero lo más grave es que nunca pensaron en que los indígenas pudieron haber estado mintiendo. Y así fue. Llegaban los españoles, le preguntaban a los indios de donde sacaban el oro que ellos portaban y los nativos, para quitarse a los españoles de encima, le regalaban a los conquistadores el oro que tenían en su poder y les indicaban una dirección hacia “EL DORADO”. Los españoles estaban tan concentrados en su deseo por el oro, que no pensaron en validar la información que obtenían.

Cuando se elabora un plan, sin ánimo de dar un esquema de cómo elaborar el plan, por lo menos, hay que saber, exactamente, que es lo que queremos, pensar en: cuales amenazas puede haber en el camino, cual es el costo de llevarlo a cabo y también darle flexibilidad al plan, por si acaso las “cosas” cambian cuando el plan este en progreso.

¿Por qué hay que saber “exactamente” que es lo que queremos? Porque eso nos marca el final del plan. No debemos, nunca, engolosinarnos, con una ganancia “extra”, cuando consigamos el objetivo. Eso puede hacernos perder lo que hemos ganado. Un ejemplo podemos verlo en la batalla de “LAS QUESERAS DEL MEDIO”; en la guerra de independencia venezolana. Los españoles, mejor armados y en mayor número, estaban venciendo. Ante esto el general Páez marca una retirada (realmente no era una retirada, era una maniobra) con la caballería llanera, que era muy liviana, y los españoles viendo esto, no afirmaron su posición sino que enviaron a sus tropas a perseguir a los llaneros, sin tomar en cuenta que el terreno por donde avanzaban era “fangoso” y ellos, una tropa con mucho peso, comenzo a vararse. Esto provoco que las tropas españolas perdieran movilidad, situación que el general Páez aprovecho y dio la orden de regresar, envolvió a los españoles, venciendo en dicha batalla.

El objetivo original de los españoles era ganar la posición y debilitar a la caballería llanera. Aun, sin haber ganado la batalla, creyeron que los venezolanos se retiraban y pensaron en aniquilarlos, cuestión que no era el objetivo, fueron en su persecución y terminaron en derrota. No hay que ir más allá del objetivo que tenemos en el plan. Aunque veamos un caramelo al alcance de la mano, lo mejor es afirmarse en la posición lograda, y si el caramelo sigue allí, entonces hagamos un nuevo plan para tomarlo.