lunes, 19 de julio de 2010

POPULISMO

EL POPULISMO METODO PARA OBTENER EL PODER.


Sabemos que el mes de julio es asociado con la fuerza y con el poder. Dicha asociación se da, originariamente, con relación a la fuerza física, al poder físico, muscular, de hombres y animales, por eso aparece la figura de Hércules en dicha asociación. La fuerza física, el poder muscular, ha tenido, a través de la historia, una valoración muy alta dentro de la humanidad, tan alta, que todos los héroes, que las civilizaciones han inventado, se caracterizan por ser fuertes y poderosos. Es un atributo que la humanidad idolatra y que nace de la individualidad de cada quien.

La fuerza y el poder también se le atribuyen a todas las divinidades. Desde los primeros dioses hasta los actuales. No se puede ser un dios si no se es poderoso; si no se es capaz de “hacer” y “someter” a todos y a cada uno. Si un dios no es poderoso, ¿nos arrodillaríamos ante él? Por supuesto que no. Dicho dios debe ser capaz de dominarnos, ya sea por la fuerza o por el convencimiento. Ese dios nos convence porque sabemos que tiene poder.

Los primeros, los héroes, son individuales, los admiramos, creemos que podemos llegar a ser como ellos. Los segundos, los dioses, los idolatramos, sabemos que no podemos ser como ellos.

A los primeros los respetamos, a los segundos les tememos.

Lo anterior es una característica de los procesos de la mente humana. Esta característica ayudo y ayuda, en mucho, a la conformación de las sociedades humanas. Desde la formación de la primera tribu nómada del mundo hasta la mega civilización de hoy en día.

En esa primera tribu nómada obedecimos y seguimos los pasos, seguramente, del mejor cazador y guerrero. El Héroe. En algún momento, cuando las situaciones se le complicaron a este héroe, por ser estas superiores a sus fuerzas físicas, seguramente, apelo a la ayuda de los demás individuos de la tribu y todos actuaron juntos para resolver los inconvenientes.

El héroe pudo apelar y conseguir la ayuda de los demás, porque logró trasmitirles que él era poderoso y que era capaz de resolver muchas situaciones, pero que en este caso, no lo era tanto y necesitaba del poder de todos. Los convirtió en sus seguidores. Con el correr del tiempo el poder de todos no pudo resolver muchas cosas y se tuvo que esperar a que se resolvieran por si solas y apareció la idea de los dioses.

Y así, a través de los tiempos, la mente humana, en conglomerado, fue jugando entre estos dos conceptos: héroes y dioses. Los héroes fueron tomando otras formas menos míticas y los dioses hicieron todavía más “dioses”. Y todo, porque el conglomerado necesita seguir y ser dirigido. Mientras la organización social se hace más complicada, esta “necesidad”, se convierte en urgencia. Se necesitan más y más héroes, que hoy llamamos lideres, para que cumplan el rol de dirigir y manejar el PODER.

El poder tiene dos acepciones. Una de “dominación” y otra de “hacer”, de llevar a cabo. Ambas utilizan la herramienta de la fuerza. La primera: fuerza sobre los demás, la segunda: fuerza interna, lo que llamamos voluntad.

La urgencia de ser seguidores y de ser dirigidos se incrementa a medida que la humanidad crece en número y en interrelaciones. Estas interrelaciones se hacen cada vez más complicadas. Hay que ponerle orden a las cosas y este orden solo es capaz de conseguirse a través de los héroes (lideres) que si no aparecen espontáneamente, son creados. Surgen entonces las formas de gobierno o regímenes de gobierno y con ellos, las formas como los individuos (lideres) logran hacerse del poder y dominar al resto.

La historia nos cuenta de gran variedad de regímenes de gobierno: absolutistas, autoritarios, totalitarios, democráticos. Y cada uno de ellos tiene, en sus entrañas, la forma en que los líderes se van a hacer del poder.

En el caso de los regímenes democráticos, que son formas de gobierno en que de alguna u otra manera, la gente vota para delegar el poder, existe un método para acceder al mismo. Este método lo conocemos como POPULISMO.

Se dice que el populismo nació en la Roma pre imperial y que sus dos mejores exponentes fueron Mario cayo y Julio Cesar. En América Latina tenemos muchos exponentes de envergadura, sin embargo se colocan a Álvaro Obregón (México); José María Velasco Ibarra (ecuador) y a Hipólito Yrigoyen (Argentina) como los iniciadores del populismo en nuestro continente.

El populismo no es ni malo ni bueno. Es solo un método. Si el populista logra desarrollo social y bienestar para todo el conglomerado que él dirige, entonces, es bueno.

Lamentablemente la experiencia latino americana no nos deja un buen sabor del populismo.

¿Qué características nos permiten detectar si un líder está usando el método populista?

1-discursos dirigidos a agradar a sus futuros votantes o electores, aunque viole los acuerdos sociales previos (constituciones, cartas magnas, etc.)

2-manipulacion constante de los términos idiomáticos.

3-prescinde de la mediación de las instituciones del gobierno. (congreso, tribunales, partidos)

4-soluciones de corto plazo o promesas de soluciones.

5-sus deseos de transformación social son más un argumento que un llevar a cabo.

6-genera enemigos del “pueblo” y él es el héroe eliminador de la amenaza.

7-genera siempre esperanzas de mejora entre sus seguidores.

8-adopta posturas “políticas” a conveniencia. (izquierda, derecha, centro)

9- le es imposible eliminar las corruptelas de su gente de confianza.

10-se convierte en un paladín de la tradición y costumbres más populares.



Debo insistir en que el populismo no es un sistema político, es un método para los políticos.

Sistema es un conjunto de “cosas ordenadas racionalmente para obtener un objetivo u objeto”. Método es “un modo de obrar o proceder”.

El populismo tiene que ver muchísimo con las características personales del individuo. No toda persona puede ser populista. Necesita de un alto grado de egocentrismo, poca valoración por el conjunto total de la población y además debe tener gran “carisma”.

Para muchos, populismo es sinónimo de demagogia. No es así. La demagogia es una herramienta del populista con la cual busca darse más tiempo en el poder. La demagogia es una práctica política, que a través de halagos y concesiones busca el favor popular. El populismo intenta hacerse ver como un sistema político, que favorece a los intereses del “pueblo”, tanto así que han existido y existen partidos que se hacen llamar populistas.

Los gobiernos populistas han hecho muy poco teniendo mucho tiempo para hacer bastante. La dependencia del líder nos los deja avanzar.

Para concluir les dejo algo para meditar. Jorge Eliécer Gaitán, político colombiano, fue alcaide, fue ministro, fue congresista y fue candidato a la presidencia. Al decir de los expertos, seguro ganador de la presidencia, si no lo hubiesen asesinado. También fue populista, y la pregunta es ¿de haber sido presidente, hubiese cumplido con las expectativas del “pueblo”?.