lunes, 26 de julio de 2010

1-HOMBRES Y MUJERES DE PODER

Ptolomeo I Soter (367 ac – 283 ac)


Vamos a remontarnos al siglo IV antes de Cristo. Exactamente a la época y ambiente del conquistador Alejandro Magno, quien, sin duda, dejó un gran legado para el resto de las civilizaciones posteriores (el mundo helenístico). Un hombre que tuvo gran poder entre sus manos, poder que manejo excelentemente en su corta vida. No logro más objetivos militares porque su propia gente no pudo aguantar el “trote” que Alejandro estaba imponiendo.

Sin embargo, no quiero analizar el poder que tuvo Alejandro. El poder que Alejandro ejerció fue definitivamente el poder del líder militar. En una nación que vivía la cultura militar. No en vano los macedonios fueron los guerreros más feroces de la antigüedad y que Filipo II (padre de Alejandro) convirtió en el mejor ejército de la época. Al morir Filipo, Alejandro hereda ese ejército y además, los planes que su padre tenía para la expansión de Macedonia (Alejandro ya había acompañado a su padre en la conquista del mundo griego). No quiero decir que Alejandro no hubiese tenido una tarea monumental por delante (la cual ejecutó en forma sobresaliente), sino que realmente no tuvo la oportunidad de gobernar y consolidar, el mismo, su propio imperio. Ese es otro tipo de poder. Una cosa es dominar a las tropas, a los sediciosos, a los traidores y al enemigo. Otra es haber hecho lo anterior y luego consolidar a todos los conquistados y hacer que perdure en el tiempo. Los reinos se perdieron, precisamente, cuando sus líderes se hicieron incapaces de sostener el poder. Es una lástima que haya muerto tan prematuramente, quizás, nos hubiese enseñado algo sobre el manejo del gobierno, como lo hizo con el “arte de la guerra”.

Alejandro, al morir, dejó la dirección del imperio sin líder. Aunque los macedonios elegían a sus reyes a través de una asamblea militar (Filipo fue elegido de esa forma. Alejandro no tuvo ese problema por ser hijo de Filipo; y además, ya se había ganado su posición en el propio campo de batalla), se les hizo difícil establecer una asamblea militar única, ya que, estaban jugando por la regencia una buena cantidad de generales y también la familia de Alejandro.

A los generales que optaban por la posición, se les conocía por el título de DIÁDOCOS, que en singular significa EL SUSTITUTO. Todos ellos calificaban a la posición por haber acompañado a Alejandro durante todo el tiempo de la conquista; y además, tenían su porción de fuerza dentro del ejército. Los diádocos, principales, fueron los siguientes:

Antipatro- Pérdicas- Pithon

Antigono- Eumenes- Meleagro

Crátero- Leónato- Neoptolomeo

Menadro- Lisimaco- Atalo

Nearco- Ptolomeo- Peucestas

Ophellas- Seleuco- Alcimo

Casandro

Digo los posibles sustitutos principales, porque el número total era de 36, sin embargo, los anteriores tuvieron mayor relevancia histórica.

No es difícil asumir que todos ellos deseaban el poder y que comenzarían a fraguar sus estrategias para llegar a tenerlo.

Pérdicas, quien estuvo en el lecho de muerte de Alejandro, comunico a los demás, que el propio Alejandro le había entregado su anillo antes de morir, evento que significaría el su nombramiento como nuevo líder del imperio.

Lo anterior fue puesto en duda por los diádocos y por la familia de Alejandro. Lo que provoco que comenzaran las alianzas entre ellos, a fin de adquirir mayor fuerza política y militar.

Una característica del ejército macedonio era su capacidad de amotinarse y desconocer al líder. Esto hizo que los diádocos se vieran obligados a pactar, concordando en que se nombrarían dos regentes. Se eligió a Pérdicas, quien representaría al hijo de Alejandro; y a Crátero, quien representaría al hermanastro de Alejandro. Crátero gobernaría el área de Grecia-Macedonia y Pérdicas el área de Egipto, Arabia, Persia hasta la frontera con la India.

Esta división no fue muy del agrado de Pérdicas, ello porque todos pensaban, menos Ptolomeo, que el poder del rey radicaba en el lugar donde había nacido Alejandro, es decir: Macedonia. Por lo tanto Crátero, según el criterio generalizado, quedaba en una posición mucho mejor. A todas estas, las alianzas entre los diácodos estaban conformadas y se acordó repartir el imperio en gobernaciones (satrapías). Lo que significa que un grupo de gobernadores quedaría al mando de Crátero y otro al mando de Pérdicas. Ptolomeo, que ya estaba jugando con su propia agenda oculta, había corrido la voz de que él era hijo bastardo de Filipo y por lo tanto hermanastro de Alejandro, cosa que no le fue difícil, porque, prácticamente, él y Alejandro se criaron juntos. Esto repercutía mucho en la tropa.

Ptolomeo Logro que le asignaran la gobernación de Egipto. Dos razones privaron para que él quisiera Egipto; la primera: Alejandro había fundado Alejandría (una de las muchas que fundó por el mundo) y se había hecho coronar faraón adoptando los ritos religiosos locales. La segunda razón: Egipto era el granero de toda la región.

Era de esperarse que este acuerdo no durara mucho. La paz se rompió y comenzaron, lo que la historia bautizo como las Guerras Helenísticas.

Aquí se anotó otro acierto Ptolomeo. La posición estratégica de Egipto, no solamente por el difícil acceso, sino por la lejanía de Macedonia, hace que los demás diádocos se concentren en Macedonia. Mientras tanto Ptolomeo trabaja en afirmar su poder en Egipto, conquistando nuevos territorios, consolidando las fronteras, organizando la burocracia, la producción y por sobre todo, ganándose el respeto de sus gobernados.

Para cuando la guerra helenística llegaba a su fin, quedaban solo cinco diádocos: Ptolomeo, Seleuco, Antígono, Lisimaco y Casandro.

Todos, menos Ptolomeo, seguían con la pretensión de tener un imperio unificado. Ptolomeo nunca mostro querer gobernar todo el imperio de Alejandro. El conocía la dificultad de mantener un imperio tan grande. Conocía sus propios límites. Así que se fijo un objetivo y trabajo para lograrlo, sin pretender ir más allá. Hubo una excepción en el plan y fue la ciudad de Cyrene, a la cual Alejandro, le había dado protección personal, decretando que dicha ciudad no podía ser invadida por nadie. Ptolomeo hace caso omiso de ese decreto y la invade bajo el argumento de liberarla de los persas, que la habían reconquistado. Sin embargo, al expulsar a los persas no le regresa a la ciudad su autonomía, sino que la anexa a sus dominios. En este punto hay que hacer referencia a otro acto no planeado desde un principio. Este acto es el rapto del cadáver de Alejandro.

Entre los macedonios existía una peculiar costumbre de la nobleza y era que solamente el nuevo rey tenía el derecho a brindarle las exequias al antiguo rey. Cuando Ptolomeo se entera de que Pérdicas está preparando los rituales funerarios de Alejandro, interviene secuestrando los restos y los lleva a Alejandría, en donde el mismo le hace los honores.

Llegado a este punto los diádocos, viendo que atacarse entre ellos, de forma muy frontal, los debilitaría, decidieron consolidar sus propios territorios (cosa que ya había hecho Ptolomeo). Aunque esto no significo que no siguieran combatiendo entre ellos por un largo tiempo.

A estas alturas ya Ptolomeo se había coronado faraón. Fundador de la dinastía Ptolemaica o Lagida. Había convertido a Egipto en una súper potencia económica y militar. La dinastía Ptolemaica duro 300 años, culminó, técnicamente, con Cleopatra VII (por todos conocida). Fue la dinastía que más duro de todas las dinastías en Egipto.

El conocimiento de Ptolomeo sobre el manejo del Poder, se podría resumir de esta forma:

-supo disimular sus intenciones: no quería la unificación del imperio y quería ser el rey de Egipto.

-construyo y defendió su reputación: comenzó creando su imagen de realeza. Ser el hermano de Alejandro, hijo de Filipo.

-logro no comprometerse con nadie: se mantuvo al margen de las alianzas de los otros diádocos.

-transformo la debilidad en poder: Pérdicas nombró un cogobernador al lado de Ptolomeo, dándole a este la autoridad sobre la administración. Ptolomeo acepta la imposición y espera el momento adecuado para eliminar la competencia con aprobación y apoyo del ejército.

-pudo recrearse constantemente: fue el primer acuñador de moneda, con esto agilizo el comercio y la producción en sus dominios. Mucho antes de morir preparo a sus sucesores en el trabajo de gobernar. Entrego el poder dos años antes de morir.

-actúo como un rey: mientras los demás diádocos tenían como directiva unificar el imperio, el expandía las fronteras de sus dominios y contravino las ordenes de Alejandro de no conquistar Cyrene. Lo que a su vez marcaba diferencia con la imagen del propio Alejandro.

-vio las oportunidades: el escoger Egipto como su gobernación, deja en claro que sabía reconocer las oportunidades.

-no fue más allá de su objetivo original: dominar al granero del mundo helenístico.

-supo manejar sus opciones: el saber manejar las opciones se puede describir como que alguien juegue el juego que Ud. quiere jugar. Cuando Ptolomeo está en el proceso de escoger a su sucesor (entre sus hijos) se encuentra con el cuello de botella de decidir entre dos de ellos. Ptolomeo escoge al más prudente, tolerante y cauto. Al otro lo exilia. El exiliado busca abrigo con el enemigo más fuerte de Ptolomeo: Seleuco (fundador de la dinastía seleucida, la cual termina dominando a todos los demás diádocos, menos a los Ptolomeicos) Seleuco acoge a este exiliado, quien aporta grandes victorias militares para los Seleucidas. estas victorias consagran al hijo de Ptolomeo como mano derecha de Seleuco, posicion que es aprovechada para asesinar al mismo Seleuco, convirtiéndose así en rey de Macedonia.

A la postre Ptolomeo tenía, en su descendencia, a los reyes del mundo helenístico, uno en Egipto y otro en Macedonia.